Aparecer un día, no uno mismo, sino nuestra apariencia, a manera de fantasma.
Sólo para recordar la existencia.
Pero jamás volver, de ninguna manera posible. Nunca más exponerse.
Se desea lo que no está. Quedará el deseo flotando, acariciando recuerdos.
Recuerdos que quizás, siempre fueron fantasmas.
Autora: Felicia Cavilla
No hay comentarios:
Publicar un comentario